Creo que es tu manía persecutoria
La que nos ha hecho encontrarnos
También es la responsable
De que no duerma bien
Por eso del hacha que tengo en la espalda
Somos adictos al dolor gratuito
Al olor fortuito que desprendes
A la eclosión momentánea
A las fotos instantáneas
Que no paran de repetirse
Nos nutrimos con mentiras
Es la cimentación de cada uno
De los sonidos que emiten nuestras gargantas
Juro
Que jamás volveré a pedirle a Dios
Que nos mate
Al menos hasta el mes que viene
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